lunes, 18 de febrero de 2008

Odiando la justificación externa.

Harta de las personas que necesitan pareja para reafirmarse.
Veamos... entiendo que desde un punto de vista biológico el ser humano como animal esté predispuesto a encontrar un ejemplar de su misma especie y distinto sexo con el que procrear para dejar descendencia en la tierra. Vale. También entendemos que el sexo es una necesidad básica, ya no tanto desde el punto de vista biológico sino desde la afirmación de que los humanos somos viciosos y una vez que lo probamos no podemos dejar de practicarlo.
Todo esto me parece tremendamente correcto.
Ahora bien... el tipo de persona que basa su existencia en encontrar "novio" o "novia", ya sea con objetivo de casarse o no (me da igual) me parece de lo más ridículo e insignificante. Lo primero que hay que hacer es conocerse a uno mismo para a partir de ahí poder conocer a los demás y poder amarlos en consecuencia. Si bien una pareja es algo que te aporta momentos preciosos (o no), te sirve de apoyo incondicional (o no), te complementa perfectamente en la cama (o no... cosa que es terrible), pues quien quiera tener pareja que la tenga, claro, si es algo muy bonito...! Pero que no base su existencia en encontrar a la persona perfecta, ya que, Queridos, cada día dudo más de que exista.
A ver, que yo soy la primera que cuando tengo novio me vuelvo gilipollas, y soy consciente de ello. Pero bueno, todos tenemos fallos y desde luego que eso entra en mi lista de rectificaciones primordiales para la vida.
Yo abogaría por la existencia de dos seres básicos en la realización personal de la vida independiente:
- El Follamigo: se sobreentiende. Sólo eso, sin más complicación.
- El Tomacafés: te escucha (y tu le escuchas a él). Especialmente es testigo mudo de las gilipolleces que hacen los estúpidos de tus ex novios.
Son seres que si se dan simultáneos (nunca en la misma persona) permiten una realización personal sublime.
Toda mi indignación respecto al tema viene de lo decepcionante que me parece el ser humano cuando busca respuestas a sus propias debilidades en el exterior. Es decir, una persona que ampara sus errores en los dictados de cualquier religión, secta, creencia, lista de normas, partido político, corriente social, moda, me parece tremendamente hipócrita. Es elegir el camino fácil, quitarte la responsabilidad sobre tus propios actos para justificarlas en dictados de normas externos a tu persona. Me da igual que sea Cristianismo o Satanismo, Partido Popular o Partido Socialista, Hippies o Góticos, Heterosexuales u Homosexuales... Salvando distancias entre unos y otros, me da igual. Y Queridos, el hecho de juntarse con otra persona por el único hecho de no sentirse "solo/a", porque se supone que es lo que hay que hacer... es tremendo. Las personas valen por sí mismas, y al justificar tu relación de esa forma no estás haciendo más que infravalorar la forma en que esa persona te ama.
Conózcanse, Queridos, y luego conozcan y amen. Nunca amen porque sí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SIN EMBARGO ME MUEVO

De cuando en cuando soy feliz!,
opiné delante de un sabio
que me examinó sin pasión
y me demostró mis errores.

Tal vez no había salvación
para mis dientes averiados,
uno por uno se extraviaron
los pelos de mi cabellera:
mejor era no discutir
sobre mi tráquea cavernosa:
en cuanto al cauce coronario
estaba lleno de advertencias
como el hígado tenebroso
que no me servia de escudo
o este riñón conspirativo.
Y con mi próstata melancólica
y los caprichos de mi uretra
me conducían sin apuro
a un analítico final.

Mirando frente a frente al sabio
sin decidirme a sucumbir
le mostré que podía ver,
palpar, oír y padecer
en otra ocasión favorable.
Y que me dejara el placer
de ser amado y de querer:
me buscaría algún amor
por un mes o por una semana
o por un penúltimo día.

El hombre sabio y desdeñoso
me miró con la indiferencia
de los camellos por la luna
y decidió orgullosamente
olvidarse de mi organismo.

Desde entonces no estoy seguro
de si yo debo obedecer
a su decreto de morirme
o si debo sentirme bien
como mi cuerpo me aconseja.

Y en esta duda yo no sé
si dedicarme a meditar
o alimentarme de claveles.

- Pablo Neruda [que grande.....]

(hasta en el último aliento pensamos en el amor, como sentimiento o como puro placer....
* Como persona.. me enamoro todos los días: de un olor, de un sabor, del guiño de un niño, de una mala respuesta, de las respuestas acertadas, de un color.... pero sobretodo me vuelvo a enamorar de las personas que se enamoraron de mí y de mis sueños....
* Como amante.... me enamoro cuando quiero de quien quiero sin plantearme si es necesario o inevitable, si es bueno o malo, decente o inmoral,... después.... duele o no.... pero lo disfruto. Los juro!)

StRaVaGaNtZa dijo...

Precisamente de eso se trata... de vivir y sonreir hasta arriba con cualquiera que sea la cosa que vivas, de enamorarse de aquello que te enloquezca, de que cada uno de los pequeños detalles que configuran el día a día sean sublimes en sí mismos...
Si el problema de todo esto es que falta esencia... esa que tú si que tienes, Morena!

"Dicen que hay bueno malo
Dicen que hay más o menos
Dicen que hay algo que tener
Y no muchos tenemos..."
(Andres Calamaro - Estadio Azteca)