martes, 26 de febrero de 2008

Volvemos a la rutina de ojeras, apuntes y café

Odio terriblemente los exámenes de Fol (Formación y Orientación Laboral). Me siento tremendamente oligofrénica al suspender estúpidos examenes tipo test. Y pienso yo "¿Dónde quedaron mis buenos tiempos en los que sacaba buenas notas, en los que escribía folios y folios de historia del arte, en los que en los exámenes de filosofía me daba tiempo incluso para una reflexión personal?". Pues ahí ando, con la sensación de que cada día soy más y más tonta. Hoy, estoy indignada por eso. Por eso y porque me queda un mes de curso para acabar 2º de Realización de Audiovisuales y Espectáculos (que dicho así, parece que sé algo y todo) y empezar las prácticas con las que ser oficialmente Técnica Superior, peeeero... empezamos a estar con el agua al cuello y por lo que parece... volvemos a la rutina de ojeras, apuntes y café.

viernes, 22 de febrero de 2008

Entera


Estoy entera.
Soy.

jueves, 21 de febrero de 2008

Breve exaltación de la mentira

Andaba hoy en clase de teatro... y me observaban mis compañeros pensando "¿Qué narices hace esta tía escribiendo en una libreta?"

"(...)Dichosos los que conocen el teatro, al ser la mentira su compañera más fiel. Poder engañar sin defraudar a nadie, justificar en la exaltación de la egolatría todas y cada una de las mentiras que descaradamente pronuncias ante cara y ojos de todos los presentes. Grande la mentira, grande(...)"

miércoles, 20 de febrero de 2008

Pues que no me apetece indignarme, mira tú por dónde...

Pues hoy no me apetece indignarme por nada. Bueno, sólo por enterarme de que han puesto la Sala Zeta de pago, a 7€ la entrada de chicos y 3€ la de chicas... esto de las diferencias de precio entre chicos y chicas, o que directamente éstas últimas no paguen... me parece tratarlas a ellas de ganado y a ellos de salidos, pero en fin. Tonterías aparte...
Hoy no me apetece indignarme ya que acabo de pasar un rato delicioso con mi amigo Danielo, dando vueltas de más cerca de mi casa escuchando a todo volumen un directo de Queen, aquellos con los que crecí y aprendí a sentir la música de verdad.
También me apetece ponerme en plan moñas ¡cojones! y sentirme afortunada por lo bien que estoy ahora y por lo tremenda que es la gente que me rodea. Todo esto, ahí queda.
Saludos para quien estrictamente lo merezca. (Para quien me acompaña en mis noches tras una cerveza, para quien me llama sólo para saber cómo estoy, para quien me tiñe los días de amarillo limón, para quien me da los papeles que me gustan, para quien me acompaña instrumentalmente mientras canto muerta en vida, para quien me ofrece apoyo del de verdad, del que sabes que puedes tener. Para quien me llama a la mañana y a la noche, para quien duerme en la habitación de al lado.
Y qué cojones, soy cursi y tremendamente emocional. Así que gracias a todos. Gracias. )

martes, 19 de febrero de 2008

Mi dolor de cabeza a las 3:50 de la mañana

Odio tremendamente que sean las 3:50 de la mañana y que mi despertador vaya a sonar a las 7. Maldita costumbre de madrugar ¡cojones!
Aunque la noche creativa que he tenido no me la quite nadie (ya que ha sido maravillosa)... hoy me apetece quejarme de mi terrible dolor de cabeza. Si estoy así cuando no llego ni de lejos al cuarto de siglo... ¡oh! ¡qué terrible vida me espera!

lunes, 18 de febrero de 2008

Odiando la justificación externa.

Harta de las personas que necesitan pareja para reafirmarse.
Veamos... entiendo que desde un punto de vista biológico el ser humano como animal esté predispuesto a encontrar un ejemplar de su misma especie y distinto sexo con el que procrear para dejar descendencia en la tierra. Vale. También entendemos que el sexo es una necesidad básica, ya no tanto desde el punto de vista biológico sino desde la afirmación de que los humanos somos viciosos y una vez que lo probamos no podemos dejar de practicarlo.
Todo esto me parece tremendamente correcto.
Ahora bien... el tipo de persona que basa su existencia en encontrar "novio" o "novia", ya sea con objetivo de casarse o no (me da igual) me parece de lo más ridículo e insignificante. Lo primero que hay que hacer es conocerse a uno mismo para a partir de ahí poder conocer a los demás y poder amarlos en consecuencia. Si bien una pareja es algo que te aporta momentos preciosos (o no), te sirve de apoyo incondicional (o no), te complementa perfectamente en la cama (o no... cosa que es terrible), pues quien quiera tener pareja que la tenga, claro, si es algo muy bonito...! Pero que no base su existencia en encontrar a la persona perfecta, ya que, Queridos, cada día dudo más de que exista.
A ver, que yo soy la primera que cuando tengo novio me vuelvo gilipollas, y soy consciente de ello. Pero bueno, todos tenemos fallos y desde luego que eso entra en mi lista de rectificaciones primordiales para la vida.
Yo abogaría por la existencia de dos seres básicos en la realización personal de la vida independiente:
- El Follamigo: se sobreentiende. Sólo eso, sin más complicación.
- El Tomacafés: te escucha (y tu le escuchas a él). Especialmente es testigo mudo de las gilipolleces que hacen los estúpidos de tus ex novios.
Son seres que si se dan simultáneos (nunca en la misma persona) permiten una realización personal sublime.
Toda mi indignación respecto al tema viene de lo decepcionante que me parece el ser humano cuando busca respuestas a sus propias debilidades en el exterior. Es decir, una persona que ampara sus errores en los dictados de cualquier religión, secta, creencia, lista de normas, partido político, corriente social, moda, me parece tremendamente hipócrita. Es elegir el camino fácil, quitarte la responsabilidad sobre tus propios actos para justificarlas en dictados de normas externos a tu persona. Me da igual que sea Cristianismo o Satanismo, Partido Popular o Partido Socialista, Hippies o Góticos, Heterosexuales u Homosexuales... Salvando distancias entre unos y otros, me da igual. Y Queridos, el hecho de juntarse con otra persona por el único hecho de no sentirse "solo/a", porque se supone que es lo que hay que hacer... es tremendo. Las personas valen por sí mismas, y al justificar tu relación de esa forma no estás haciendo más que infravalorar la forma en que esa persona te ama.
Conózcanse, Queridos, y luego conozcan y amen. Nunca amen porque sí.

domingo, 17 de febrero de 2008

No me gusta el Cine

Es cierto. No me gusta el cine. Resulta irónico al estar terminando ahora mismo Realización de Audiovisuales y Espectáculos... pero todos los conocimientos adquiridos a lo largo de estos dos años no han hecho más que acrecentar mi distancia con el género. No quito valor a la labor realizada por los profesionales del cine, la televisión y demás generos audiovisuales, ya que al conocer los procedimientos realizados en la elaboración de dichos productos, me hago cruces de cómo son capaces de crear algo así a partir de la nada. Es muy complicado.
Mi animadversión con el género radica en todo el artificio creado en pro de un resultado final. Es decir, la imagen que aparece en un plano está tremendamente elaborada, nada está de más o fruto de la casualidad. Me parece todo demasiado artificial. Cada frase del actor está a la espera de un "¡corten!", que le hará ligarse y desligarse del personaje en repetidas ocasiones... haciendo de la interpretación algo intermitente, vacío, demasiado frío y dependiente del criterio del director. La televisión me parece el peor género de todos, al estar condicionada además por el factor tiempo, de entrega muchísimo más inmediata que el cine y de resultado mucho más precipitado. Todo pierde naturalidad, pasión, sentimiento, esencia. El factor producto hace que sea algo mucho más prefabricado.
Todo el cine viene del teatro, en primer género en explotar la interpretación y la ficción. Desde el punto de vista interpretativo el teatro es mucho más puro. La escenografía, la interpretación se lo juegan todo a una, en una sola función, en una sola entrega ante los ojos del público, mucho más cercanos a loa representación, sin secretos y críticos ante lo que ven. La interpretación alcanza su máximo explendor ante el público, que es el que te da las fuerzas, las ganas de seguir, la enajenación mental suficiente como para abstraerte de lo mundano para centrarte en la ceguera temporal que aportan los focos. Tu personaje comienza cuando pisas el escenario, y acaba cuando te bajas de él, sin más interrupciones que las que marque el guión.
Aun con todo, hago una excepción con el cine. Tengo una terrible debilidad con el cine mudo, especialmente con la corriente expresionista alemana. Busco la esencia, el verdadero esfuerzo en la creatividad, el proceder arcaico y la superación primigenia en géneros incipientes. El cine mudo de "Viaje a la luna" de Méliès, "Avaricia" de Stronheim, "El gabinete del doctor Caligari" de Wienne, "Nosferatu el vampiro" de Murnau (de donde saco mi rango de Condesa de Orlok). Esas películas eran cine puro, decorados hechos a mano, montaje a mano cortando fotogramas en sótanos... Buscaban terriblemente la expresividad a mano de lo que tenían, que era nada. La interpretación de los personajes era exagerada e histriónica, sus ojos se abrian llenos de terror asemejandose a los de un demente, sus manos se alzaban tensas en el aire aterrándose ante lo inevitable, sus labios pronunciaban palabras mudas que sólo llegaban al espectador a partir de unos intertítulos de letras preciosas estilo Art Noveau de los años 20. La estética era preciosa... elegante y arcaica a la vez. La constante banda sonora, de piano estilo Erik Satie, era deliciosa...
Descansen, Queridos, y vean cine mudo.

sábado, 16 de febrero de 2008

Interlocutores molestos

Comencemos por el principio, cerca del precipicio.
Veamos... normalmente cuando una está triste, mal, preocupada, hundida... (vamos, que está para el arrastre) suele recibir comentarios del tipo "Tú tranquila, que con lo guapa que eres" o en su defecto "Con lo guapa que estás y lo bien que cantas tranquila que todo salga bien".
A ver, hijo mío de mi vida y de mi corazón... qué narices tiene que ver que pienses que yo sea guapa a que yo esté triste. Es confundir el tocino con la velocidad ¡cojones!. Ser supuestamente guapa te quita todo el derecho a sufrir y a estar mal, tócate las narices.
Todo esto, amenizado por las personas que siempre están peor que tú. Sieeempre. Siempre siempre siempre. Tu sufrimiento no tiene nada que ver con la magnificencia de su desgracia y su mala suerte en la vida. Me parece una conversación de besugos algo tipo:
- Me duele la cabeza
- Uy pues eso no es nada comparado con lo mío. Yo llevo las últimas tres semanas con unas jaquecas...! unas migrañas...! insufribles!
Bien. Pues si tú estás mil veces peor que yo... sinceramente, :D Te jodes :D
Otro animal tremendamente insufrible es el que en conversación toma la actitud de "Silvia, yo te lo digo por experiencia, hazme caso, aprende de mí". Me parece muy bien que uno tenga una experiencia maravillosa que compartir con los demás... pero se trata de eso, de compartir, ¡no de imponer! Cada uno puede tomar consejo de los demás, pero nunca puede aprender con los errores de los demás. Nunca vaya, eso le quita toda la gracia al hecho de estar en este mundo.
Oye pues esto de escribir indignaciones está muy bien... a modo distensión/desahogo! Y sí Marta, es una locura peeeero ¿cuando se puede esperar de mí algo que no sea raro/loco/incluso cursi?:D
Saludos a todos.
¡Volveré!


viernes, 15 de febrero de 2008

¡Bienvenidos! ¡Máximo Riesgo!

Hola muy buenas noches.
Bien, decidí que tenía ganas de tener un blog en el que plasmar indignaciones (cosa, que según mi hermana, me va a ir muy bien para no desarrollar un cáncer de hígado). Me indigno con mucha facilidad, me encanta llegar a casa y despotricar sobre los conductores de autobuses urbanos, sobre lo que me sacan de quicio las pijas que miran con cara de superioridad, sobre que odio que me llamen "pequeña" y lo que detesto que cuando hablo con alguien mi interlocutor tome la postura de "Yo tengo experiencia, aprende de mi"...
De todos es sabido que no soy una persona constante, y que tampoco es que este blog vaya a tener cientos de miles de visitantes peeero... se hará lo que se pueda, todo lo bien que se pueda y las veces que sean estrictamente necesarias.
Señoras, señores... Bienvenidos.

Silvia, que aqui soy yo.