viernes, 27 de junio de 2008

Odiando... varias cosas a la vez.

Pues que ya no odio currar, porque gracias a dios ya he terminado mis fantásticas prácticas.

Ahora odio las obras de teatro que salen mal. Odio que la falta de horas de ensayo resulte evidente ante el público, y odio la tediosa sensación que supone que la escena se te vaya de las manos inminentemente, y no puedas hacer nada por evitarlo. Lo peor es que quizás puedes, pero no sabes cómo porque te falta la técnica. (No se alarmen, comienzo este año en la Escuela de Teatro de Zaragoza, se mejorarán estos aspectos)
Quizá es que estoy demasiado bien acostumbrada a que las cosas salgan bien, porque se han ensayado convenientemente. Mañana quedan dos funciones, y otra pasado mañana. Esperemos que vayan mejor.

También odio echar de menos a Jorge cuando sé que no puedo verlo más tiempo del que esperaba. Es lo complicado de tener a alguien que te da la vida lejos de tí en los meses de verano. Y yo, que cuando echo de menos, echo mucho de menos... No me suelo andar con medias tintas. Cuando amo, amo con todas mis fuerzas. Cuando odio, odio hasta aborrecer. Cuando sufro, me retuerzo de dolor. Cuando soy feliz, salto de alegría. Y ahora que echo de menos, tiendo a sufrir. Nos ha salido pasional la cría, que le vamos a hacer.

Odio el calor del verano. Con lo bien que se está en invierno, haciendo vida nocturna llenando de café la rutina, dando abrazos que te dan el calor necesario, observando como el sol se aleja ya a las seis de la tarde... todo ese cúmulo de cosas que configuran la etapa más próspera del año. Vuelvo a lo mismo que el verano pasado. Odio el verano.

Odio el escozor de ojos post-actuación.

Odio el dolor de cabeza que tengo ahora mismo.

Odio tener tantas cosas que hacer aun por Zaragoza, quiero volverme a Barbastro, a mi casa...

Odio... tantas cosas!

Os dejo tranquilos por hoy... los conductores de Tuzsa se las verán conmigo otro día...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué tal habrán salido las funciones restantes...? Espero que mejor que esta primera representación que se ha ganado tu odio... usted nos contará.

Verano, calor y echar de menos. No suena como una buena combinación. Pero el verano suele alargar los minutos porque no suelen ser laborales. El calor se calma en las cortas noches que traen viento fresco. Y echar de menos siempre es un tortuoso río que desemboca en el placer del reencuentro.

No te voy a decir que dejes de odiar, ni esto es una enseñanza zen o algo así. Simplemente me he acordado de que alguien escribió que un personaje tenía que morir para que los demás valorasen la vida. Veo aquí muchos contrastes y eso... no es solo para odiar. Pero vamos que no me eches muchas cuentas un domingo por la mañana...

Y nada, me despido, que todo te vaya muy bien! Un beso y cuídate.

PD. Se espera tu desahogo con los autobuseros maños... eso es un bestseller seguro... xD

PD2. Cuando puedas a ver si me puedes decir algo sobre las fotografías, que estoy muy liado con eso ahora mismo y quiero saber con quién puedo contar para que me evaluen. Gracias. Y como dije, sin compromiso ninguno, ;)